El viernes 24 de octubre a las 19:30h. proyectaremos la película «El golpe» del director George Roy Hill como homenaje a Robert Redford, fallecido recientemente. La película estará presentada por nuestra amiga y socia Marival Rovira. Al acabar la proyección mantendremos un debate sobre la misma.
Robert Redford es una de esas figuras que definen la esencia del cine americano. En los años sesenta comenzó a construir su leyenda con títulos como La jauría humana (1966), Propiedad condenada (1966) y Descalzos por el parque (1967), donde su naturalidad y carisma lo convirtieron en el símbolo de una nueva generación de actores. Pero fue en los setenta cuando alcanzó su momento álgido: Las aventuras de Jeremiah Johnson (1972), El candidato (1972), Tal como éramos (1973), El golpe (1973), El gran Gatsby (1974), Los tres días del cóndor (1975), Todos los hombres del presidente (1976) o El jinete eléctrico (1979) lo consolidaron como un intérprete capaz de unir elegancia, compromiso y profundidad emocional.
En los ochenta, Redford decidió mirar el cine desde el otro lado de la cámara y debutó como director con Gente corriente (1980), una obra íntima y honesta que le valió el Oscar a la mejor dirección. A partir de ahí firmó títulos tan personales como Un lugar llamado Milagro (1988), El río de la vida (1992), Quiz Show (1994), El hombre que susurraba a los caballos (1998), La leyenda de Bagger Vance (2000), La conspiración (2010), Leones por corderos (2007) o Pacto de silencio (2012) películas donde su mirada se centró en las contradicciones humanas, la naturaleza y la búsqueda de redención, pero también en la ética, la memoria y las segundas oportunidades. Su cine como director combina una puesta en escena elegante y sobria con un profundo respeto por los personajes y los paisajes, siempre explorando la fragilidad de las relaciones, la responsabilidad individual y la necesidad de reconciliarse con el pasado.
Su huella más profunda, sin embargo, trasciende su filmografía. En 1981 fundó el Sundance Film Institute, un refugio para el cine independiente y los nuevos creadores. De allí surgieron voces que marcaron una época, como Quentin Tarantino con Reservoir Dogs, Steven Soderbergh con Sexo, mentiras y cintas de vídeo, Kevin Smith con Clerks, o Jonathan Dayton y Valerie Faris con Pequeña Miss Sunshine. También películas como Whiplash, Precious o Get Out encontraron en Sundance su primer impulso.
Redford no solo fue una estrella de Hollywood: fue un mentor, un visionario y un defensor de la libertad creativa. Su legado es el de alguien que creyó, de verdad, en el poder transformador de las historias bien contadas
COMENTARIOS DE MARIVAL
Robert Redford ha sido mucho más que una estrella de cine: ha sido un narrador comprometido con la verdad, la belleza y la coherencia entre vida y obra. Actor brillante, director sensible, productor de más de medio centenar de películas y fundador del Sundance Film Institute, dedicó su vida a contar historias con alma, alejadas del artificio y a dar voz a quienes no la tenían, impulsando a toda una generación de creadores independientes que cambiaron el rumbo del cine contemporáneo. Desde los años sesenta hasta hoy, su cine ha reflejado la belleza y la fragilidad del ser humano, su vínculo con la naturaleza y la necesidad de actuar con conciencia. Defensor incansable del medio ambiente y del cine independiente, Redford representa esa rara coherencia entre lo que se dice y lo que se hace: alguien que entendió que el cine, como la vida, solo tiene sentido cuando se hace con verdad.
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